Benicassim, Peñiscola y Benicarló

Realizamos una travesía en coche de alquiler en Castellón a través de una de las franjas costeras más famosas de la geografía española. De Benicassim a Benicarló, pasando por Peñíscola, se abre un abanico de oportunidades de ocio que no dejarán indiferente al viajero.

Evidentemente no podemos obviar que estamos en una de las zonas costeras con mayor número de banderas azules y certificados de calidad turística, por lo que la estancia para los amantes de los deportes náuticos y el turismo de sol y playa será todo un éxito.

Acostumbrados al turismo, estas tres localidades han sabido conjugar todo tipo de actividades y servicios destinados a satisfacer cualquier tipo de necesidad de plantee el viajero. Aquí no hay tiempo para el aburrimiento.

Ni que decir tiene que Benicassim está indiscutiblemente imbricado con su famoso Festival Internacional de música indie y cultura alternativa. Por su escenario veraniego del mes de julio han pasado artistas de la talla de Oasis, The Cure, Björk, Chemical Brothers, The Prodigy, Bob Dylan, David Guetta, Leonard Cohen, Morrisey o Radio Head. Fibers de todo el mundo llegan para disfrutar cuatro días de acampada y conciertos ininterrumpidos, en medio de un ambiente único.

Peñíscola es playas y calas, un castillo templario imponente, una gastronomía espectacular, música barroca y jazz, a través de sus importantes festivales internacionales, fauna y avistamiento de aves en su Parque Natural de la Sierra de Irta y un cuidado entorno para el turismo familiar. Hay que decir que no en vano estamos en una de las localidades pertenecientes a la Red de Pueblos más bonitas de España.

Benicarló es una ciudad cada vez más abierta al turismo y profundamente marinera. Playas como la del Morrongo renueva cada año su Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa. La luz de la ciudad invita a pasear por el pueblo y conocer los delicados productos de su gastronomía, entre los que destacan sus alcachofas, con Denominación de Origen.

Imperdible deben ser las visitas al Poblado Ibérico de la Tossa, con restos de los siglos VI al II a. de C., y al Poblado Ibérico de Puig, declarado Bien de Interés Cultural.