La ruta de los moriscos

A principios del siglo XVI, el Virrey del Reino de Valencia promulgaba la orden de expulsión. Ello obligaba a los moriscos valencianos a dejar todas sus pertenencias y enfrentarse en tres días a un exilio forzoso, injusto y desafortunado.

Hoy la historia pasa revista a ese desgraciado episodio y los pueblos que sufrieron la terrible decisión se han unido para fomentar el conocimiento de la historia y la fuerza de la memoria de la huella morisca valenciana.

La Ruta de los Moriscos establece un recorrido a través de las poblaciones de Cortes de Pallás, Cofrentes, Jalance y Jarafuel, como cabezas de partido de un montón de municipios en los que se preserva el legado de toda una cultura.

Al bagaje cultural se une una imponente riqueza paisajista y medioambiental que arranca en La Muela de Cortes, la atalaya escarpada y natural que sirvió de refugio a quienes decidieron enfrentarse a las tropas cristianas que debían ejecutar la orden del virrey.

Tampoco puede dejar de visitarse el Castillo de Chirel, completamente rehabilitado, las ruinas de las fortalezas de la Pileta y Ruaya y la antigua aldea morisca de Otonel.

Entre visita y visita resulta recomendable deleitarse con las bondades de la gastronomía de los pueblos de la Ruta de los Moriscos, con manjares tan destacables como los famosos gazpachos serranos, los productos de matanza y las ollas y pucheros de montaña.